Vamos a usar liquido de freno de buena calidad; el que quieras pero del tipo DOT-4. Para que te hagas una idea, un bote de medio litro te puede costar unos 10 euros.
Ojo con el líquido de freno: es de los mejores (si no el mejor) decapante de pintura que existe, por lo tanto si se te vierte en alguna pieza pintada sécala inmediatamente si quieres que siga pintada. Por otra parte ten cuidado con la humedad ya que pierde sus propiedades al contacto con el agua... y es un líquido muy receptivo (absorve) la humedad con mucha facilidad. Y de resbalar ni te cuento, assí que ten cuidado con el que se caiga al suelo ya que el resbalón lo tienes asegurado.
Es por ello que el líquido de freno lo debemos tener expuesto al aire libre el menor tiempo posible.
Destapamos el contenedor del líquido de frenos (la tapa negra de la bomba). Lo único que debemos hacer es desatornillar los tres tornillos y retirar esa tapa negra, dejando al aire el contenido.
Te recomiendo que antes de quitar la tapa de la bomba de freno, hagas lo siguiente:
Para verter el líquido de freno usado hazte un sencillo instrumento que ya te servirá siempre tanto para sustituir el usado por uno nuevo como para cuando tengas que purgar los frenos. Coge un bote pequeño de cristal vacío (de esos de zumo) y a la tapa le haces un agujero con un destornillador (pones el destornillador vertical en el centro de la tapa y le das un golpe al mango). Coge un tubo de goma transparente como de 30 ó 40 cm que sea del diámetro de la válvula de purgado.
Un extremo lo metes dentro del frasco de cristal por al agujerito de la tapa que le acabas de hacer y el otro lo metes en la válvula de purgado. Deja el bote de cristal en el suelo con un poco de líquido de freno (para que no retorne aire).
Vale. Ya lo tenemos todo para comenzar el cambio del líquido de freno. Vamos a repasarlo:
- El bote de cristal con un poco de líquido de freno en su interior en el suelo y con el tubo de goma bien metido hasta el fondo para que no retorne aire hacia la pinza de freno.
- El otro extremo del tubo de goma metido en la válvula de purgado (normalmente hay 2 válvulas, elige la que te sea más cómoda para trabajar).
- Quita los tres tornillos de la tapa negra de la bomba de freno y retira con cuidado la tapa.
Ahora vamos a cambiar el líquido de freno, para ello:
- Con una llave fija del 11 abre la válvula de purgado (gírala en el sentido contrario de las agujas del reloj) dando apenas un par de vueltas. Será suficiente para que salga el líquido de freno antiguo.
- Acciona la maneta de freno suave y repetidas veces. Verás cómo el líquido baja por el tubo de goma y se va depositando en el bote de cristal cada vez que accionas la maneta de freno.
- Vigila el nivel de líquido de freno de la bomba, de forma que nunca se vaya a quedar vacía y por tanto entre aire en el circuito hidráulico. Ve reponiendo líquido de freno de vez en cuando (que no se te caiga sobre las piezas pintadas y menos aún que te entre agua!).
- Cuando hayas repuesto varias veces líquido de freno nuevo el bote de cristas ya tendrá todo el líquido de freno antiguo.
- De inmediato, gira ahora en el sentido de las agujas del reloj con la llave del 11 la válvula de purgado. Digo de inmediato porque si tardas se te puede meter aire desde la goma en dirección a la válvula de purgado y tendrás que purgar el circuito hidráulico. Eso a mi no me pasa porque le tengo puesta una válvula con un sistema que no permite el retorno del aire, es decir, a cada golpe de la maneta de freno sale aire y/o líquido antiguo pero se cierra ella sóla y no permite retorno alguno. Merece la pena comprarla porque cuesta la pareja unos 10 ó 15 euros y van de maravilla.
- Asegúrate de que la bomba tiene el nivel adecuado de líquido de freno (lo marcan unas visibles marcas de "Min." y "Max.", es decir, que el nivel de líquido esté más bien tirando para el Max. que para el Min. (elemental, querido Watson) y cierra la tapa con sus tres tornillos. No te pases apretando esos tornillos porque la tapa cede cuanso se ejerce demasiada presión al atornillarlos.
- Ya has terminado. Ahora notarás que el tacto de la maneta de freno es algo esponjosa, pero sigue accionándola porque tras cinco ó seis veces que la acciones habrá perdido ese tacto esponjoso y habrá recuperado su tacto normal.
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