Para mí, el uso del navegador en moto es esencial. Si no se hubiera inventado, nunca habría logrado viajar en moto desde Sevilla hasta Escocia, o hasta Austria, como lo hice en otro año, o incluso hasta Cabo Norte aquel verano inolvidable. Ni hablar de los viajes por España, como a Benidorm, o a Valladolid para el evento de Pingüinos, entre otros.
Pero no hace falta recorrer largas distancias para que un navegador sea útil. Incluso dentro de tu ciudad o localidad, puede ser un gran aliado para orientarte. Siempre he sido fiel usuario de TomTom, pero la verdad es que hoy en día es especialmente práctico y cómodo usar Google Maps, que ya viene instalado en todos nuestros teléfonos.
Sin embargo, hay un inconveniente con las motos: el manillar vibra mucho. Si no tienes un buen soporte, o no está bien colocado, el teléfono se mueve demasiado y es difícil ver la pantalla. Además, el sol puede reflejarse en ella, y terminas moviendo la cabeza como un búho para intentar ver algo. Y, peor aún, existe el riesgo de que el teléfono salga disparado. ¡Menuda faena sería eso!
Ya sea que utilices el navegador de TomTom o el del móvil, yo siempre he confiado en los soportes para moto o scooter de la marca RAM. En miles y miles de kilómetros recorridos, nunca, jamás, me han fallado. Es cierto que probablemente son los más caros, pero cuando hablamos de calidad y seguridad, vale la pena pagar un poco más.
RAM ofrece una amplia variedad de soluciones, y una de las que más uso es la que te muestro en la siguiente foto. Es una "U" de acero que se fija al manillar mediante dos tuercas, y puedes ajustarla en cualquier parte donde tengas apenas un centímetro de espacio para trabajar.
A esta "U" va conectado un brazo que sujeta la base donde colocas el teléfono o cualquier otro dispositivo que utilices. La instalación es simple y efectiva, y lo más importante, te asegura que el teléfono estará bien protegido y en una posición cómoda para su uso.