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3 sept 2024

Te cuento cómo limpio el motor de mi coche en menos de media hora.

Personalmente, encuentro muy satisfactorio levantar el capó de mi coche y ver un motor razonablemente limpio. ¿Es esto necesario? No, pero definitivamente es gratificante. Esto aplica tanto a coches como a motos.

Experimento la misma sensación con el exterior y sobre todo con el interior del vehículo. A corto plazo, es sumamente agradable subirme al coche y encontrarlo libre de papeles, botellas, latas y, especialmente, colillas de cigarrillos como veo en otros coches. Hace años que dejé de fumar, pero incluso cuando fumaba, jamás lo hacía dentro del coche. A medio y largo plazo, cuidar los detalles de tu coche o moto no solo mantiene su valor, sino que lo aumenta respecto a otros vehículos del mismo año que no se han mantenido tan bien. La diferencia puede llegar a ser de miles de euros. Ya te contaré...

Limpiar el motor cada tres o cuatro meses no te tomará más de media hora y, en mi opinión, vale completamente la pena.

El proceso es bastante simple y solo necesitarás invertir menos de 50 euros en una máquina de vapor (vaporeta) que te durará años.

Aquí te explico cómo hacerlo:

  1. Aspirado: Como hacemos en casa, primero aspiramos todo el polvo posible utilizando los accesorios disponibles (extensiones, diferentes boquillas, brocha, etc.).
  2. Limpieza dividida: Aplicamos un limpiador multiusos sobre la mitad del motor y con una brocha, preferiblemente de mango largo para alcanzar más lugares, fregamos bien. Repetimos el proceso con la otra mitad del motor para evitar que el producto se seque.
  3. Vaporización: Llenamos la máquina de vapor con agua destilada (esto es IMPORTANTE) y, una vez caliente, pasamos el vapor por todo el motor hasta eliminar cualquier residuo de espuma del limpiador. Generalmente, no es necesario secar dado que el vapor alcanza aproximadamente 95 grados y se evapora por sí solo.
  4. Resultado visual: Hasta este punto, el cambio estético es notable y realmente da gusto observar el motor. En las fotos y el video que añadiré a continuación, puedes ver cómo quedó el motor de mi coche tras estos pasos. Aunque no apliqué acondicionador en esta ocasión, no está de más hacerlo.
  5. Mantenimiento continuo: Si es la primera vez que limpias el motor, tal vez necesites repetir los pasos 2 y 3. Si ya está limpio, te recomiendo aplicar un acondicionador para plásticos y gomas, y luego pasar un trapo para admirar el resultado final: ¡como si lo hubieras sacado del concesionario!

Algunos vecinos, al verme cuidar mis coches o motos, comentan: “Para mí, son simplemente máquinas a mi servicio”. A esto, les respondo como si hablara del inodoro: “Sí, pero siempre prefiero que esté limpio cuando lo uso”.

En futuras entradas compartiré contigo fotos de los últimos coches que he tenido. Por cierto, el motor del coche que vas a ver en las fotos de abajo tiene más de 6 años.


Este es el acondicionador de gomas y plásticos que suelo usar. 




Este es un producto de esos que le llamo "limpia todo" que, ayudado con brochas de mango largo ayudan a limpiar.


La maquinita de vapor o vaporeta que tengo es de las más baratas que encontré y en su día me costó unos 25 euros. Ahora mismo las hay mucho mejores que cuestan menos de 50 euros como la que te dejo en el siguiente enlace.

Es MUY importante que utilices agua destilada porque es dieléctrica, es decir, que no le va a afectar en absoluto a nada que sea eléctrico o electrónico. Si llenas un recipiente con agua destilada puedes meter tu teléfono móvil y observarás que no le pasa nada en absoluto. Pero si lo metes en agua corriente, adiós. Así que no es para nada recomendable utilizar una manguera o una máquina de limpieza a presión, porque va a ser peor el remedio que la enfermedad.


La aspiradora, normal y corriente, la que tengas en casa. Y como te dije arriba, saca todo el polvo que puedas en 5 minutos y eso que te quitas ya de enmedio para no tener que limpiar.


Y este es el resultado. Amplia las fotos y después ve el video. Espero que te guste.






27 ago 2024

Honda SW-T 600 Instalación de voltímetro y tomas de corriente USB

Le he instalado a la Honda SW-T 600 una dispositivo con toma de corriente USB que además mide el voltaje de la batería. La verdad es que yo lo que quería era sólo las tomas USB para poder enchufar el móvil y/o navegador en caso de necesitarlo, pero como venía con voltímetro, pues mucho mejor.

Me costó poco más de 7 euros y lo compré AQUÍ.








Creo que lo que me llevó más tiempo fue elegir el sitio donde ubicarlo, ya que por diámetro no hay mayor problema pero al tener cierto fondo no se puede poner en cualquier sitio.

Me pareció claro que lo más conveniente es ponerlo bajo el asiento.



Vamos a quitar la batería para conectar los cables.







Me estorbaba la tapa que está justo bajo el asiento, así que la saqué:






Para hacerme un poco de más hueco y meter las manos saqué también la cacha lateral, aunque creo que al final no hubiese hecho falta:





Con todo al descubierto ya podemos instalar. Vamos a hacer el agujero a la medida adecuada con una broca de corona:






Alojamos el dispositivo en su sitio y conectamos los cables:




Volvemos a poner la batería en su sitio y a conectarla:




Y comprobamos que le llega perfectamente la corriente:



El dispositivo tiene ese pequeño interruptor que lo apagas o lo enciendes a tu conveniencia. Yo lo tengo siempre apagado porque quieras o no, algo de batería va gastando para mantener los números encendidos, así que lo conecto sólo cuando lo voy a utilizar. El interruptor es lo que indico en la siguiente foto:

 




Cerramos tapas:






A continuación te pongo un pequeño video con el dispositivo ya instalado.




 



23 ago 2024

Bienvenida a casa: Honda SW-T 600: El Abejorro


Tambores de guerra anunciaban pandemia y confinamiento. Para mí, fue una época oscura en lo profesional, pero llena de luz por la llegada de mis hijos.

Esas sombras y luces no me permitían disfrutar de mi moto salvo para hacer recados, y en lo económico, la sombra era tan alargada que lo más sensato era "aligerar posiciones". Así que tuve que vender a La Elefanta. ¡Dios, cómo me gustaba esa moto!





Pero dicen que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Con el tiempo, esas sombras comenzaron a disiparse y las luces, aunque menos intensas (los pequeños ya no necesitaban tanta atención), me permitieron considerar la posibilidad de volver a tener una moto. Pensé que podría ser una buena idea ocupar un espacio en el garaje con una moto que me sirviera para ir a trabajar y, ¿por qué no?, para reintroducirme en las sensaciones de ir sobre dos ruedas.

Al principio, pensé en una BMW R1150RT con doble encendido, una moto que siempre me ha encantado. Sin embargo, para desplazarme desde el Aljarafe al centro de Sevilla no parecía la mejor opción. El tráfico es tan denso que las retenciones de varios kilómetros son frecuentes, y para poder avanzar entre los coches, esa moto no parecía la más adecuada. Aunque debo admitir que no puedo quitarme de la cabeza esa moto ni la que verdaderamente me gusta y que, quién sabe, podría ser mi próxima adquisición: la BMW R1200RT.

Tras buscar, hablar con amigos y seguir buscando, pensé que una opción temporal podría ser una maxi scooter. Recordé que en su día tuve una Piaggio X8 200cc, pero para los aproximadamente 25 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, entre tráfico y mucha autovía, sabía que se me quedaría algo corta. Necesitaba algo de 250cc para arriba.

La Suzuki Burgman 650 Executive me atraía: clásica, cómoda, bonita y elegante. También me gustaba la Piaggio X10, con un diseño que, para mi gusto, tiene mucha personalidad. La Yamaha T-Max me encantaba, aunque su alto precio, incluso de segunda mano, me hacía pensar que había una razón para ello. Estuve a punto de decidirme por la BMW C650 GT, pero cuando descubrí que el motor no era de BMW y que además era la más cara de todas, decidí seguir buscando.

Finalmente, llegué hasta la Honda Silver Wing, como la que tenía mi cuñado Alfonso, sobre la cual escribí un pequeño artículo allá por el 2014. Mi amigo Roberto consultó con un ex jefe de taller de Honda, quien le aseguró que el motor de la Silver Wing no daba ningún problema. Así que me lancé a por ella. Sin embargo, al seguir buscando, descubrí que a partir del año 2011, la denominación Honda Silver Wing 600 pasó a ser Honda SW-T 600, no solo renovada estéticamente sino con importantes mejoras en su ya excelente motorización.

En ese momento, era el megascooter de mayor cilindrada de Honda, con un motor bicilíndrico que ofrece mucha suavidad en la aceleración y un tacto casi eléctrico. Tiene un excepcional volumen de carga bajo el asiento, con espacio para dos cascos integrales. Es realmente cómoda y digna de un scooter Gran Turismo. Los materiales y acabados son de una calidad excelente, y por si fuera poco, viene de serie con sistema de frenos combinados y ABS. Por cierto: 4,5 l/100 km.

Su centro de gravedad es muy bajo, lo cual es ideal para alguien como yo, que apenas mide un metro setenta.

En resumen, no puedo estar más satisfecho y contento de tenerla conmigo y usarla a diario de lunes a viernes. Eso sí, para los fines de semana, prefiero mi BMW R65 Monolever... las cosas como son.




Os presento al ABEJORRO: