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16 ago 2011

Montaje y desmontaje del sistema de escape de la R65

He observado que entre las entradas más populares siempre están las relacionadas con el montaje de alguna de las partes del sistema de escape, assí que he pensado que sería buena idea poner todo el proceso en una misma entrada.



La Marmita es la parte central del sistema de escape. A ella van sujetos los colectores y las colas de escape gracias a unas abrazaderas. A continuación os muestro una foto de cuando cambié, con 65.000 km, la Marmita original por otra también original pero en mejores condiciones... salta a la vista...


Aflojamos los tornillos allen de las abrazaderas, de las cuatro. Las abrazaderas tienen su postura, siendo las del lado derecho las que están marcadas con la letra "R" y las de las izquierda con la letra "L".




Podemos comenzar por quitar las colas de escape, pero igualmente podríamos comenzar por los colectores. Para ello aflojamos los incómodos tornillos que fijan las colas de escape al chasis. Existen unas llaves allen con las que puedes trabajar en ángulo y que en este caso es especialmente útil. En la siguiente foto se ven los tornillos del lado derecho, que son los más fastidiosos de quitar y poner porque apenas tienes espacio para trabajar con ellos.


Fíjate en la punta de la llave allen. Esa es la que te comentaba antes. Por su forma puedes atacar al tornillo desde muchos ángulos y no tienes por qué atacarlo sólo desde arriba. Muy útil... si señor!



Para actuar sobre ellos es conveniente ayudarse de algún tubo, de forma que podamos meter la parte corta de la llave allen para hacer palanca y assí poder ejercer más fuerza. No es una operación difícil pero hay que tener un poco de paciencia al principio...


Actuando sobre los tornillos (4) ya tenemos fuera las colas de escape.



Para que nos dure más, aconsejo eliminar el óxido de los puntos de unión tanto de las colas de escape como de los colectores, de las abrazaderas y de todos los tornillos. Después, a la hora del montaje, es más que recomendable poner a todo grasa de cobre. La grasa o pasta de cobre por un lado evitará el óxido y, por otro, que se gripen unas piezas con las otras.

Para eliminar el óxido utilizo un cepillo esférico de cerdas de latón... mientras más malo, mejor, porque si las cerdas son muy duras araña las piezas. El cepillo esférico de cerdas de latón lo ponemos en el taladro (trompo o guarrito) a no muchas revoluciones, dejando las piezas de metal como nuevas.








Para dar brillo a los cromados hay muchos métodos, pero uno económico y rápido es con limpiamuebles y un trapo.






 Ya que tenemos las colas de escape en las manos, ¿Por qué no darles un limpiado también por dentro y le quitamos la porquería?

Cepillo de latón esférico y varilla para poder llegar hasta el fondo. Todo se coloca en el taladro y a quitar porquería!





 Una vez el óxido retirado y todo reluciente, por dentro y por fuera, ya podemos volver a colocar las colas de escape pero primero, buen avío de grasa o pasta de cobre para todos los puntos de unión y para los tornillos... Con el tiempo lo agradecerás...











 Vamos con la parte delantera, es decir: con los colectores. Aflojamos con una allen (si es que no lo habíamos hecho antes) las abrazaderas que unen los colectores con la Marmita:


Ahora tenemos que aflojar las tuercas aleteadas que une a los colectores con los cilindros. En las herramientas de la moto hay una llave en "C" que nos podría servir para este trabajo, pero lo cierto es que te terminan machacando las aletas de las tuercas aleteadas, poniéndolas feas (como en mi caso) y a veces incluso rompiendo alguna. En otras ocasiones, si no habías puesto antes grasa de cobre o bien hacía años que no las aflojabas, esta llave en "C" no te servirá ya que no hace la fuerza necesaria. Lo suyo es usar una herramienta como la de la siguiente foto. Cuesta unos 30 euros y te olvidas por siempre jamás de problemas, pudiendo aflojar y apretar todas las veces que quieras las tuercas aleteadas sin dañarlas.





Los colectores van unidos por el centro, entre los dos cilindros, por una pieza esférica hueca fijada por dos tornillos de cabeza exagonal del 10. Los aflojamos, desplazamos la pieza hacia un lado y ya tenemos en las manos los colectores.





Vamos a limpiarlos también, pero antes ponemos un trapo en la boca de los cilindros para que no se meta dentro nada que no deba meterse... Nunca se sabe...



Con los colectores, las dos tuercas aleteadas y las abrazaderas vamos a hacer lo mismo de antes, usando los cepillos de celdas de latón y el limpiamuebles para dejarlo todo bien limpio.







Yo, a mi moto, le tengo que poner en ambos colectores unas juntas de cobre para evitar fugas por los cilindros.



Me permito recordar que la parte cónica va mirando a la tuerca aleteada, no a los cilindros. Es una duda que suele surgir a la hora de volver a montar los colectores. La postura correcta es la de la foto siguiente:


Si tenemos un martillo de caucho nos será muy útil para dejar firme de nuevo todo el conjunto de escape, dando suaves golpes para que todo quede bien encajado y no hayan molestas fugas.


Para volver a montar sólo tendremos que repetir a la inversa los procesos anteriores.



Cambio de las zapatas de freno trasero de la R65

No es que las haya cambiado ahora ni mucho menos (las cambié cuando la moto tenía 65.000 km.) pero cuando lo hice aún no había empezado a escribir en este blog. Aún assí conservo las fotos que hice, por lo que os cuento cómo cambiarlas. El juego de zapatas de la marca Ferodo (buena buenísima) cuesta unos 42 €.

Si tenéis la oportunidad de usar una mesa elevadora, mucho mejor, si no, tened cuidado porque la rueda sale con algo de dificultad... no vaya a ser que se os caiga la moto al forcejear para sacarla.

Las fotos están hechas en La Guarida de mi Maestro ASSI, que me prestó su taller y su mesa elevadora además de sus conocimientos para poder hacer el trabajo.

¿Cómo saber cuándo ha llegado el momento de cambiarlas? Cuando el indicador está en el mínimo como se ve en la siguiente foto. Para ver la marca te pones detrás de la moto y la ves a la derecha, entre la rueda y la cola de escape.



Antes de aflojar los cuatro tornillos de la rueda es conveniente aflojar del todo (y quitarla) la palometa que ajusta el freno trasero y que se encuentra en el lado opuesto a esos cuatro tornillos. Al aflojarla estamos haciendo que se separen las zapatas viejas de la rueda y que no se quede frenada.




Ahora si podemos aflojar los cuatro tornillos y sacar la rueda trasera.

  


Ya que está desmontada le das bien por dentro con un estropajo verde y jabón para quitar toda la porquería y que se quede preparada para otro montón de miles de kilómetros.





Con la rueda quitada esto es lo que vemos y esas son las zapatas antiguas que queremos sustituir. Para ello tiramos con cuidado de la zapata de arriba para nosotros, o bien nos nos ayudamos de unos alicates y quitamos los dos muelles que veis en la foto. Yo prefiero lo primero.

   


Cambiamos los muelles de las zapatas antiguas a las nuevas y las colocamos en su sitio.


  


Y hacemos girar la pieza triangular que comentabamos al principio de forma que ahora indique MÁXIMO.

  


Volvemos a colocar la rueda en su sitio y a apretar a su par (98 a 112 Nm.) los cuatro tornillos.

¿Cómo ajustar el freno trasero? Con todo ya montado, vamos apretando la palometa de freno y giramos con la mano la rueda. Vamos repitiendo esta operación hasta que la rueda se queda frenada o bien ya nos cueste trabajo moverla. Entonces, aflojamos la palometa tres vueltas.