En esta ocasión me disponía a cambiar las pastillas por unas nuevas que tengo compradas, pero una vez desmontadas y en la mano y, tras consultar con mi Maestro ASSI, comprobamos que las pastillas no estaban mal ni mucho menos y que todavía le queda mucha vida útil, por lo que las cambiamos de sitio y se nota... se nota mucho para bien en la frenada, por lo que aconsejo abiertamente que por ejemplo en cada revisión cambiéis de lado las pastillas de freno. Tiempo de trabajo: 5 minutos.
Comenzamos por quitar la tapa guardapolvo que protege las pastillas de freno. La retiramos haciendo palanca con un destornillador ya que va sujeta a presión, sin tornillos.
Primero una...
Y después la otra...
Ahora se nos queda libre las otras dos piezas pequeñas que fijan a las pastillas de freno. Se trata de una pieza de metal fino con forma de puente y un pequeño eje sobre el que se apoya...
Las pastillas están liberadas y podemos sacarlas primero una y después la otra...
Observa en la foto anterior, que es la que se ve la parte posterior de la pastilla que estaba a la izquierda del disco de freno, que le tengo puesta grasa de cobre. La grasa de cobre, entre otros usos, se le pone en pequeña cantidad detrás de las pastillas de freno (NUNCA en la parte que hace contacto con el disco) para que no hagan esos molestos chirridos que todos hemos oído alguna vez.
Como comentamos al principio del post, una vez las pastillas las tuve en la mano observé que estaban en muy buen estado, por lo que no las cambié por unas nuevas sino que las cambié de sitio: la que estaba en la derecha a la izquierda y al revés.
Ahora tan sólo tenemos que repetir el proceso anterior pero a la inversa: el pequeño eje central en sus muecas...
La pequeña pieza metálica en forma de puente sobre el eje y sujeta por el primer bulón:
Y el segundo bulón, el de la derecha, que va sobre el puente de metal buscando su sitio:
Una vez todas las piezas en su sitio, ponemos de nuevo la tapa guarda polvo y ya está.
En caso de tener que cambiar las pastillas de freno por unas nuevas el proceso es el mismo que hemos hecho aquí. Tan sólo habría que hacer una cosa más: retraer los pistones para dejar sitio a las nuevas pastillas. Las nuevas tienen más grosor que las antiguas, por lo que hay que retraer los pistones para hacerle sitio y que entre entre ellos y el disco de freno.
Para ello quitamos la pinza liberándola de los dos gruesos tornillos que la unen a la horquilla. Con la pinza en la mano y una vez retiradas las pastillas de freno antiguas, podremos hacer presión con nuestras manos (normalmente no tendremos que usar herramientas que puedan hacer daño a los pistones) y forzar a los pistones a que se metan para dentro. Retraídos los pistones volvemos a colocar la pinza en su sitio apretando a su par los dos tornillos (IMPORTANTISIMO) que la fijan a la horquilla.
Después metemos las pastillas nuevas, con su grasa de cobre por la parte posterior, y seguimos montando las piezas como antes hemos visto.